Fernando Bejarano / RAPAM, 9 de mayo de 2024
Un grupo de organizaciones europeas ha dado a conocer los resultados de un informe que refuta los argumentos de las transnacionales de la industria de plaguicidas que han cabildeado para oponerse a la iniciativa legislativa que pondría fin a las exportaciones de sustancias químicas (incluidos los plaguicidas ) prohibidos en la Unión Europea (UE). Esta iniciativa que estuvo bajo consulta pública será considerada por la Comisión Europea para su adopción o rechazo, después de las elecciones del parlamento europeo a celebrarse en junio de 2024.
El informe “Prohibición de la Exportación de Plaguicidas desde la Unión Europea: ¿Qué consecuencias puede tener? “, elaborado por Le Basic, un centro de investigación que elabora informes para la sociedad civil, concluye que no existen obstáculos para que la UE detenga la exportación de plaguicidas prohibidos y peligrosos. El informe demuestra que una prohibición de las exportaciones no pondría en peligro el empleo, ni sería una carga para la economía en Europa, en contraposición al principal argumento utilizado por la industria de plaguicidas de que una prohibición de las exportaciones dañaría la economía de la UE y crearía una pérdida masiva de empleos para los productores de plaguicidas, sin tener impactos benéficos para la protección de la salud humana y el medio ambiente en los países importadores. Según Christophe Alliot, principal investigador del informe de Le Basic, se perderían solo 173 empleos en la Unión Europea según cálculos de 2022, que es una cifra insignificante si la comparamos con los 198 millones de personas empleadas en ese mismo año, según declaró en el boletín de prensa de presentación del informe.
Nos indica el resumen ejecutivo de dicho informe que la Unión Europea es la primera región exportadora de plaguicidas del mundo, superando a China y la India que son los líderes mundiales a nivel país. En 2022 se exportaron dede la Unión Europea un total de 714.000 toneladas de plaguicidas agrícolas, por un valor de 6.600 millones de euros (excluidas las exportaciones e importaciones intraeuropeas). De esta cantidad, 81.615 toneladas de 41 plaguicidas prohibidos se exportaron para uso agrícola en otros países. Las exportaciones de plaguicidas prohibidos en la UE se realizaron principalmente desde Francia, Alemania, España, Bélgica, Italia, los Países Bajos y Hungría. Las principales transnacionales que dominan la producción de plaguicidas en Europa son las mismas que dominan el mercado mundial: Bayer Crop Science, Basf Agricultural Solutions, Corteva Crop Protection, y Syngenta, agrupadas en CropLife Europa. Aunque el valor y volumen de las exportaciones de plaguicidas prohibidos son una parte muy pequeña del volumen y ventas de lo que estas transnacionales obtienen en el mercado europeo, se han opuesto sistemáticamente a la propuesta legislativa de prohibición.
Otro dato interesante que señala el informe es que, en 2018, los países europeos exportaron aproximadamente 2.930 toneladas de tres principios activos de insecticidas neonicotinoides altamente tóxicos para las abejas prohibidos en la UE (imidacloprid, tiametoxam y clotianidin), y que esto significa que el 15 por ciento de estos principios activos consumidos en el mundo proceden de la Unión Europea. La mortandad de las abejas por imidacloprid y el fipronil (también prohibido en Europa) es un grave problema denunciado por los apicultores en México y en América Latina.
El informe argumenta que la prohibición de exportación de plaguicidas desde Europa tendrá efectos benéficos en los países de ingresos medianos y bajos. Por ejemplo, el paraquat, asociado a la enfermedad de Parkinson (un trastorno neurológico degenerativo que afecta la parte del cerebro que controla el movimiento), fue prohibido en Europa en 2007, y en 2008 el Límite Máximo de Residuos (LMR) de este herbicida para productos alimenticios se redujo al nivel más bajo de cuantificación. Posteriormente, este herbicida fue prohibido en 58 países de todo el mundo, incluido Brasil. Esto muestra claramente la capacidad de la UE para motivar con su ejemplo a otros países, con el resultado de una mayor reducción en el suministro y uso global de plaguicidas agrícolas altamente peligrosos.
Según nos informa Rina Guadagnini del Pesticide Action Network Europa, en este momento la situación de la iniciativa legislativa europea está congelada debido a las próximas elecciones del nuevo parlamento europeo que eligirá a la nueva Presidencia de la Comisión Europea para que prohíban las exportaciones y termine este doble estándar. La presidencia de la Comisión Europea es elegida por el Parlamento Europeo por mayoría absoluta de un candidato propuesto por el Consejo Europeo compuesto por los 27 estados miembros de la UE, en función de los resultados de las elecciones europeas.
Como sabemos, por otras fuentes, la actual presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen ha anunciado su intención de reelegirse apoyada por el Partido Popular, de centro-derecha. La comisionada von Der Leyen es cercana a las posiciones de las transnacionales y del agronegocio que han invertido millones de euros en el cabildeo, para lograr el rechazo del parlamento europeo, con el voto del Partido Popular, del reglamento que reduciría en un 50% el uso y riesgo de los plaguicidas para el 2030. También las transnacionales aprovecharon los movimientos de protesta de los agricultores europeos, y, aliados al agronegocio industrial, lograron que la Comisionada diera marcha atrás con este compromiso, en febrero de este año. Hay que recordar que hubo protestas también de los pequeños agricultores de Vía Campesina en contra de las políticas de libre comercio, que pedían un reparto equitativo de las ayudas, pues el agronegocio industrial se lleva la mayor parte, y un mayor apoyo para una transición a un modelo agroecológico.
En nuestra opinión, para evitar que la exportación de plaguicidas prohibidos en Europa continúe, sea desde Europa o por un tercero, México, como otros países, deben tener una política de Estado que prohiba gradualmente a los plaguicidas altamente peligrosos autorizados dando prioridad a los prohibidos en otros países; a la par de diseñar una estrategia de transición agroecológica nacional, como hemos expuesto en la Agenda Socioambiental 2030. Una Estrategia Nacional de Transición Agroecológica ha sido propuesta también por las organizaciones campesinas a la candidata Claudia Sheinbaum.