La Jornada – Redacción 17 de junio de 2024
Se requieren funcionarios que conozcan profundamente al país y en particular el campo mexicano y que valoren la agricultura campesina, su capacidad productiva y su cultura comunitaria. Foto Roberto García Ortiz / Archivo
Ciudad de México. Ante el inminente anuncio del gabinete de la nueva administración federal y la “posible permanencia de personajes que han tenido una larga trayectoria de apoyo a los grupos de poder económico y de promoción de las peores prácticas agrícolas”, como Víctor Villalobos, titular de la Secretaría de Agricultura, se debe establecer un verdadero compromiso con una agricultura libre de agrotóxicos y transgénicos, pidió al futuro gobierno la Campaña Nacional Sin Maíz No Hay País.
Señaló que ni Villalobos ni Sol Ortíz, directora de Políticas y Cambio Climático de la Sader, “pueden repetir, una vez más, ahora en el gabinete de Claudia Sheinbaum. Estas dos personas han impulsado un modelo de producción de alimentos depredador con el ambiente, desde hace más de dos décadas”.
En un comunicado señaló que “la interferencia en todo el mundo de las grandes empresas y grupos de poder económico en la toma de decisiones que atañen al interés público es constante. Con distintos niveles de intensidad, México no está exento de ello. Dicha interferencia se ejerce de muchas formas, una de ellas es a través de la incorporación de representantes de esos intereses en los puestos de toma de decisiones, ya sea en el nivel legislativo, ejecutivo o judicial”.
Por ello, dijo, “queremos advertir ante los riesgos de incluir en el próximo gabinete a personajes vinculados a dichos intereses o que a lo largo de su trayectoria han mostrado esa vinculación”.
“Tampoco aceptaremos que bajo el nombre de agroecología impongan sus mismos modelos ahora pintados de verde. Por ejemplo, uno de los grandes impedimentos para alcanzar la soberanía alimentaria es el control corporativo del sistema agroalimentario, en el cual cuatro corporaciones controlan el 67 por ciento, del mercado mundial de semillas, diez controlan el 95 por ciento del sector de agroquímicos, diez controlan el 41 por ciento del mercado de fertilizantes y cuatro controlan el 90 por ciento del comercio de granos”, explicó.
Se requieren funcionarios que conozcan profundamente al país y en particular el campo mexicano y que valoren la agricultura campesina, su capacidad productiva y su cultura comunitaria, pues ésta provee 70 por ciento del maíz para tortillas y 60 por ciento del frijol que nos comemos.
“Como bien han afirmado instancias como la FAO o el PNUMA, la agricultura industrial es una de las causas principales de los problemas medioambientales que hoy nos aquejan. Se trata de una manera de producción obsoleta. Los problemas de alimentación en el mundo se resolverán con sistemas agrícolas sustentables que partan del diálogo de saberes entre los agricultores tradicionales y sus pares especialistas de la academia. Esa es la verdadera vanguardia. Sólo así se logrará la autosuficiencia alimentaria y la soberanía nacional”, agregó.