Por instrucción de Sheinbaum, hacen cambios profundos a reforma del maíz

ContraLínea – Nancy Flores – febrero 10, 2025 

El mismo 4 de febrero, la presidenta de la República ordenó a su gabinete involucrado en el tema revisar esa denuncia periodística, y determinó que se debían hacer cambios profundos. Hoy, 10 de febrero, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Julio Berdegué, reveló en la Cámara de Diputados las nueve modificaciones que se le harán a la iniciativa de reforma constitucional sobre el maíz, con base en las propuestas de científicas y científicos, abogados y abogadas, así como activistas de la Campaña Sin Maíz No Hay País.

El primero es que en el artículo 4 constitucional se va a explicitar que México es centro de origen y biodiversidad del maíz, un elemento de identidad nacional, el alimento básico del pueblo de México y la base de la existencia de los pueblos indígenas y afro mexicanos.

“En segundo lugar, reconocer que hay modificaciones genéticas, como las transgénica y otras que superan las barreras naturales de la reproducción y la recombinación, […] técnicas que incluyen los transgénicos, pero también otras técnicas que no suceden en la naturaleza. Y entonces hay que reconocer que modificaciones genéticas, como las transgénicos y otras que superan las barreras naturales de la reproducción o la recombinación”, aseguró el secretario Julio Berdegué.

Este cambio respecto de la primera propuesta hecha por la Sader es fundamental, pues se reconoce que las biotecnologías de las trasnacionales no se reducen a los transgénicos, sino que hay otros tipos de maíces genéticamente modificados, que serán prohibidos en la Constitución.

“En tercer lugar, se va a plantear prohibir el cultivo en México de maíces que contengan dichos tipos de modificaciones genéticas, que superan las barreras naturales, las transgénicos, pero [también] cualquier otra modificación genética que supere las barreras naturales”, dijo a los legisladores el titular de la Sader.

“En cuarto lugar, señalar que hay otros usos de maíces genéticamente modificados, que sí están dentro de las barreras naturales que existan si podrían suceder y, por lo tanto, no se prohibirían, pero que aún esos tienen que ser evaluados de acuerdo con las leyes pertinentes, en términos de sus amenazas a la bioseguridad, la salud y el patrimonio cultural de México y de su población”, expuso el funcionario.

Este cambio también es esencial, porque obligará a que todas las importaciones de maíz amarillo (genéticamente modificado) para forraje deberá someterse a una evaluación científica acerca de sus riesgos en términos de bioseguridad.

“En quinto lugar, que es necesario priorizar la protección de la biodiversidad, la soberanía alimentaria y el manejo agro ecológico del maíz”, detalló Berdegué. “Y en sexto lugar, en lo que respecta al artículo cuarto [de la Constitución], enfatizar la necesidad de fomentar la investigación científica humanística, no sólo la científica, no sólo la biológica, la genética, sino la ciencia social, la sociología, la antropología, la cultura. […] Entonces, la necesidad de fomentar la investigación científico humanística y la innovación, así como los conocimientos tradicionales”.

Asimismo, el secretario Berdegué señaló que se harán otros cambios “en el artículo 27 de nuestra Constitución: se trata de reconocer que el Estado debe fomentar los cultivos tradicionales con semillas nativas. El maíz no es un elemento aislado: en muchos de estos millones de campesinas y campesinos, el maíz existe dentro de un sistema muy complejo que también tiene una historia milenaria que se llama la milpa. Entonces, se trata de fomentar los cultivos tradicionales con semillas nativas, en especial el sistema milpa”.

Y, “en segundo lugar, fomentar por parte del Estado, el óptimo uso de la tierra, libre de cultivos de maíces producidos con estas técnicas que superan las barreras naturales de la reproducción o la recombinación genética. Y en tercer lugar, en lo que respecta al artículo 27, el fortalecimiento indispensable […] de las instituciones públicas nacionales que se dedican a la capacitación, a la asistencia técnica, la investigación, la innovación y la conservación de la agro biodiversidad; porque ahí sí podremos decir que tenemos la capacidad de nuestro país para asegurarnos las variedades basadas en el conocimiento tradicional, y en mucho de la ciencia moderna, para algo que también es muy importante poder mantener: la autosuficiencia nacional en la producción de maíz blanco, no transgénico, y que tampoco tenga estas modificaciones a las que ya me referí”.

Finalmente, el secretario Berdegué indicó que, “en los próximos días, la Consejería Jurídica de la Presidencia enviará a ustedes las propuestas basadas en estos coincidencias o acuerdos [con la Campaña Sin Maíz No Hay País]”.

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