La campaña “Sin Maíz No Hay País” celebra diez años en defensa de la semilla nativa y la soberanía alimentaria.
Redacción La Coperacha, Ciudad de México // 10 de julio de 2017.
Hace una década “300 organizaciones se unieron a finales de junio de 2007” haciendo frente a la amenaza del Tratado de Libre Comercio, que en enero de 2007 retiraban impuestos y aranceles al maíz y otros productos básicos, recuerda Francia Gutiérrez, la jija del maíz, “era el tiro de gracia para la agricultura campesina mexicana de subsistencia, pero también de abasto para consumidoras y consumidores”.
Desde entonces y “de manera creativa y con diferentes actos, algunos más políticos, otros más festivos se ha estado teniendo más presencia mediática, pero también en las comunidades para defender a este símbolo alimentario el maíz y detrás de él la milpa”, señala Francia.
Durante la campaña se “han acumulado logros de defensa”, indica la jija del maíz, un ejemplo es que los consumidores han sembrado la inquietud sobre el origen de sus alimentos, también se logró instaurar el derecho a la alimentación dentro de la Constitución, se ha impulsado la Demanda Colectiva contra la siembra de maíz transgénico y el Día Nacional del Maíz.
“Estamos también en las vísperas de la renegociación del Tratado de Libre Comercio y por eso una vez más a diez años de este ejercicio de defensa y de Sin Maíz No Hay País, volvemos a elevar la demanda de retirar al maíz y al frijol del TLC”, advierte Francia Gutiérrez.
“Estamos en unos paisajes que van en contra sentido de la esperanza y por eso hoy, la campaña Sin Maíz No Hay País también dice: sin país no hay maíz, porque tenemos que defender el territorio campesino para sembrar, para alimentarnos, pero también para vivir, vamos a seguir uniéndonos en la defensa de nuestra soberanía alimentaria”, finaliza la jija del maíz.