- Sostienen lucha legal con empresas desde 2013
- Pendientes, resolutivos de cuatro amparos
Cultivos de maíz en Sinaloa. Campesinos, científicos y organizaciones sociales hicieron un llamado para conservar la diversidad genética de los maíces nativos y sus parientes silvestres, ante la amenaza que representa la semilla transgénica. Foto Notimex.
Matilde Pérez U. Periódico La Jornada Miércoles 6 de julio de 2016, p. 35
A tres años de que fue presen-tada una demanda colectiva contra la siembra de maíz transgénico y de lograr que la autoridad judicial ordenara a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) abstenerse de otorgar los permisos de liberación o siembra de dicho tipo de grano, la Colectividad del Maíz sostuvo que debe prohibirse ese tipo de siembra porque México es centro de origen de ese alimento.
Campesinos, científicos y diversas organizaciones sociales, que integran ese colectivo, han sostenido una larga batalla contra Monsanto, Syngenta, Pioneer Dupont y Dow, empresas que junto con Sagarpa y la Secretaría de Medio Ambiente están demandadas desde 2013. Todavía deben esperar los resolutivos de cuatro amparos interpuestos por las empresas.
En marzo de este año, el segundo tribunal unitario en materia civil y administrativa orde- nó a la Sagarpa no otorgar ningún permiso para la siembra de maíz transgénico hasta que se resuelva en definitiva; en este momento, dijo René Sánchez Galindo, abogado de la Colectividad del Maíz, “estamos entre rounds de sombra y revisiones de lupa”.
Es un momento de apretada batalla jurídica pues los permisos experimentales de siembra de maíz transgénico (OGM) están condicionados; es decir, si una empresa quiere liberar transgénicos estará sujeta a evaluaciones mensuales por el poder judicial, con la ayuda de los científicos de la demanda colectiva. Las empresas quieren que dichas condicionantes no se apliquen o bien se relajen, abundó.
110 impugnaciones de consorcios
La lucha legal, abundó, ha implicado hacer frente a 110 impugnaciones de las empresas e incluso de las autoridades, mientras el colectivo sólo ha presentado 40 impugnaciones; se han solicitado 16 amparos e igual número de recursos de revisión.
Para la colectividad, lo importante es ganar el juicio definitivo, pues lo que se otorgó en marzo pasado fue una suspensión, no es una sentencia definitiva, asentó.
La Unión Nacional de Organizaciones Regionales Autónomas Campesinas advirtió que el maíz OGM está diseñado para monopolizar los alimentos mediante patentes de semillas; es el último eslabón del nuevo esclavismo representado por la agricultura en manos de las corporaciones
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Adelita San Vicente, integrante del colectivo y de la agrupación Semillas de Vida, refirió que la demanda colectiva tiene como finalidad que la autoridad judicial declare que la siembra de maíz OGM y su liberación comercial perjudica el derecho humano a la diversidad biológica de los maíces nativos actuales y de las futuras generaciones, el derecho a la alimentación y a la salud.